La ciudad de Nueva York está desarrollando su primer plan forestal urbano que describirá una visión unificada para el bosque urbano de la ciudad y trazará estrategias procesables para expandir el dosel de los árboles de la ciudad.

El bosque urbano incluye los más de siete millones de árboles que abarcan las calles, patios, parques, campus, negocios y áreas naturales de la ciudad de Nueva York. Es una parte importante de nuestra ciudad, destinada a ser accesible para todos.

El Plan Forestal Urbano está siendo dirigido por la Oficina de Justicia Climática y Ambiental del Alcalde (MOCEJ) en colaboración con el Departamento de Parques y Recreación de Nueva York (Parques de Nueva York), City Parks Foundation, Partnership for Parks, Natural Aase Conservancy y Nature Conservancy.

Los árboles desempeñan un papel fundamental en la reducción de las temperaturas exteriores. Los árboles urbanos pueden enfriar las calles de la ciudad hasta 2 °F, mientras que las áreas naturales boscosas son, en promedio, 6 °F más frías que los vecindarios circundantes.

Los árboles urbanos purifican el aire que respiramos, mejoran la salud y el bienestar, embellecen los barrios e incluso pueden gestionar las aguas pluviales. También nos brindan mayor seguridad y comodidad en los días calurosos, brindándonos sombra, refrescándonos y protegiéndonos de los dañinos rayos ultravioleta del sol.

Los árboles de la ciudad de Nueva York aportan $260 millones en beneficios y servicios cada año: incluyendo la eliminación de 1.100 toneladas de contaminación del aire, un ahorro de energía equivalente al uso anual de 8.000 hogares y la reducción de la escorrentía de aguas pluviales en 69 millones de pies cúbicos.

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